jueves, 30 de julio de 2009

Una Velada Más.


Gotas blancas del deseo escurren por tu vientre,
fina espuma nublando mi vista, secando mi corazón.
Las rosas blancas pasaron por el amarillo al rojo,
resucitó la carne tiñendo de azul el aire.

Ojos cerrados, cediendo al deseo de los labios,

Las manos apretándose, uñas desgarrando.
Mariposas perdiendo a la luna con frenéticos colores,
jugosas frutas adornan el suelo bajo tus plantas y,
el viento se ha perdido entre los cuerpos.
Tenues luces pastel iluminan el fondo del abismo,
miles de girasoles voltean a verte con reverencia.

Duendes de escarlata rompen en llanto al perder la cuenta
mientras fino rocío acaricia el aterciopelado rostro,

Por la mejilla una esfera de miel baja dulcemente.
Caen los párpados como lechuzas al caer el alba,
tibios vapores velan por los sueños tiernamente concluidos.

Un no pares y un no más con la magia se fundieron.
Cálidos rumores, gorjeos y trinos vinieron con el sol
plumas de rosada estrella cobijaron las sonrisas,
velos de los más variados olores destilan calma sobre las almas,
risas y júbilo acrecienta la marea de mercuriales frutos.

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