viernes, 10 de julio de 2009

Mi Musa Misteriosa.


Felicidad de los cristales mudos
en el aliento calado de tu boca
al cruce de los dedos que convoca
tus caricias con símbolos desnudos.

No pasa nada; toda permaneces
como la luna en mis paisajes
o la estrella del norte en mis pérdidas.

Fragilidad de los eternos nudos
de mi memoria callada cuando te evoca
presentes y pasados, cuando aboca
las palabras y las reduce en sus embudos

Intacta ante mi roce tantas veces,
inmóvil como rastro de los viajes
eterna mi musa misteriosa.

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