Muerte, graciosa amiga,
cual sombra me acompañas,
tras mis pasos y campañas,
siempre hostigante como la vida.
Muerte, graciosa artista,
surcas los cielos tiñéndolos
de tu suave olor y tus velos
matizantes de la arista.
Muerte, graciosa amada,
por amarte dejaría de ser yo.
Los trinos verían mi candor
al besar tu piel calmada.
Muerte, graciosa muerte,
en todo estás y eres todo.
Tanto te anhelo que te adoro
por ello te dejo a la suerte.
Muerte, graciosa nada,
si me besas me vuelvo en ti.
Si te apartas me aferro a ti
mientras mi alma queda atada.
Muerte, gracioso pensamiento,
huyo, tramo y actúo el drama,
sólo soy un bulto en mi cama
que vuelve a su pesar extremo.
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